Tipos de ladrones de viviendas

Cualquier casa está expuesta a ser desvalijada por los ladrones, pero no todas las viviendas corren el mismo peligro, tener un bajo o un ático supone más riesgo, igualmente un chalet aislado es más susceptible de ser robado que un piso en medio de la ciudad.

Generalmente una casa habitada aleja a los ladrones por lo que el riesgo de ser robado aumenta en días festivos, puentes y veraneos. Otro de los factores que influyen en los robos es la presencia de sistemas de seguridad o la facilidad o no que presente su vivienda para ser vigilada y su cercanía con vías de escape rápidas, como autopistas o autovías.

Los expertos en seguridad clasifican los ladrones de viviendas en los siguientes tipos:

 –Raterillos: Personas sin cualificación ni conocimientos específicos. Evitan complicaciones. Aprovechan las ocasiones favorables para penetrar sin dificultad ni excesivo riesgo en una vivienda. Suelen utilizar más la fuerza que la maña.  No buscan un botín predeterminado.

Con frecuencia son bandas juveniles que sobre todo buscan realizan vandalismo. Aunque suelen ser de baja peligrosidad, de todas formas desconfíe y no deje entrar en su domicilio a los técnicos del agua, gas o electricidad que no han sido llamados y, si dicen venir de parte de la compañía, solicite que presenten una acreditación de la empresa.

Ladrón de viviendas: Con solo ver una puerta conocen sus puntos fuertes y débiles, saben lo que hay que hacer para abrirla, que herramientas usar y cuanto tiempo les va llevar hacerlo. Buscan aquellos lugares que les presenten menos dificultad y que a priori puedan tener un botín interesante, en especial dinero, tarjetas de crédito y joyas.

Si ha perdido sus llaves, puede ser que se las hayan robado y le sigan, cambie los bombines de la cerradura. Hágalo también al ocupar por primera vez una vivienda, tanto si es de alquiler como si es de compra nueva o de segunda mano, esas llaves han pasado por muchas manos, y se dan casos de robos efectuados con copias obtenidas de los propios operarios que construyen el edificio. Siempre que salga, aunque sea por un instante, cierre la puerta con llave, una puerta con solo el resbalón no aguanta el ataque de un experto.

Bandas de desvalijadores: Son los culpables del mayor número de robos en domicilios. Estudian los edificios, las formas de introducirse y las costumbres de los vecinos, por eso suelen centrar los robos en un mismo barrio, hasta que el aumento de alertas que les obliguen a emigran a otro barrios. Tratan de robar el máximo de pisos posibles en un mismo edificio en el mínimo tiempo. Suelen elegir fines de semana, puentes y vacaciones para actuar cuando la mayoría de las viviendas y oficinas de un edificio están vacías.

No suelen emplear  las puertas para entrar en las viviendas, sino las ventanas accesibles desde la escalera o utilizando técnicas de escalada se descuelgan a las terrazas desde los tejados. Las ventanas que dan a patios son los accesos que pasan más ocultos y, por lo tanto, son zonas especialmente desprotegidas y con un riesgo mínimo para los delincuentes.

Este tipo de ladrones trabaja en equipo, mientras unos se dedican a robar, otros vigilan desde la calle, por si se acerca alguien y, una vez perpetrado el robo, huyen lo más rápido posible. Buscan objetos de valor (joyas, cámaras, videos, relojes, tarjetas de crédito…), no los esconda en sitios “insospechados”, los ladrones los conocen, tampoco los deje en sitios obvios, como la mesilla o el armario del dormitorio.

Ladrón experto: Poco habituales en viviendas. Saben dónde entran y lo que van a robar. Suelen tener perfecta información sobre los sistemas de seguridad existentes. Son los especializados en el descerrajar de puertas blindadas y cajas fuertes. Su objetivo es fundamentalmente empresas o negocios que acumulen dinero o bienes de mucho valor y poco volumen como joyas, tampoco desprecian colecciones de arte.

Si son realmente buenos, rara vez te toparás con ellos, pues conocerán perfectamente las costumbres de los habitantes de la casa.

 

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