El 2014 se cerró con un aumento en el número de fallecidos en incendios, hasta los 116, un 11,5% más que en 2013, cuando se registraron 103. De esta forma, el pasado año se consolidó como uno de los más trágicos de la década.
Por comunidades, donde más fallecidos hubo a causa del fuego en viviendas fue en Murcia, con el 5,4 por millón de habitantes; Castilla y León (4,7), Baleares (4,5) y Aragón (4,4). Por el contrario, donde menos hubo fue en Madrid (1,5) y Canarias (1,4) o Navarra y La Rioja, donde no hubo muertos.
Según revela el Balance de Incendios de 2014 elaborado por la Asociación Española de Sociedades de Protección de Incendios AESPI – Tecnifuego, el perfil de los fallecidos a causa de incendios son personas mayores de 65 años, de noche y en invierno. En cuanto a las estancias, el origen suele situarse en el salón o en los dormitorios.
Este final trágico en muchos de los incendios provocan una alarma social, ante la cual en muchas comunidades autónomas ya están dotando a las viviendas de personas mayores de detectores de incendios de forma gratuita.
Aun así, el ritmo de implantación de estas medidas es lento y, en todo caso, los expertos recomiendan seguir algunas pautas básicas.
-Medidas de seguridad profesionales: detectores de humo, extintores, rociadores, protección de las estructuras y materiales, evacuación de humos o puertas cortafuego, entre otros, que protegen, alertan y extinguen en los inicios de un incendio.
Estos sistemas resultan de gran utilidad especialmente durante la noche, cuando se originan la mayor parte de los incendios.
–Revisión anual de la instalación eléctrica
–Evitar la sobrecarga de enchufes.
–Precauciones básicas como evitar velas o estufas encendidas durante la noche, fumar en la cama, cacerolas en el fuego sin vigilancia.
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