Los robos figuran entre los siniestros menos frecuentes en los hogares españoles. Sin embargo, se encuentran entre los que generan mayores gastos.
En concreto, el pasado año las compañías aseguradoras registraron un total de 400.000 robos que les supusieron un gasto total de 318 millones de euros.
Una situación similar se produce con los incendios ya que, a pesar de no figurar entre los siniestros más habituales, también generan enormes pérdidas económicas a hogares y seguros.
Las compañías aseguradoras registraron unos 200.000 incendios al año, lo que les supone 232 millones de euros.
Con todo, es importante disponer de un sistema de protección que prevenga a los hogares de sucesos como robos e incendios.
Así, los sistemas de alarma y vigilancia son elementos eficaces para prevenir los robos en viviendas y negocios. Desde el efecto disuasorio que tienen las placas sobre los ladrones hasta la detección de cualquier intrusión y aviso inmediato a la policía. Este último factor, además, hará saber a los ladrones que su tiempo de intrusión es limitado algo que, sin duda, actuará como elemento disuasorio.
En cuanto a los incendios, los sistemas de detección temprana de fuego hacen que cualquier pequeña señal sea localizable. Además, se encargan de poner en aviso a los Bomberos para que se desplacen hasta el lugar del incendio.
Además, el desarrollo de las últimas tecnologías al servicio de la prevención hace que la precisión de estos sistemas sea cada vez mayor reduciendo así el riesgo de error.