En plena transformación digital donde casi todo pasa por procesos desarrollados en la red, el Internet de las cosas es cada vez más una realidad. Televisiones, electrodomésticos y muchos de nuestros objetos personales más cotidianos están conectados a Internet. Esto nos trae numerosas ventajas aunque también debemos tener en cuenta algunas complicaciones.
La inseguridad a nivel informática de estos dispositivos puede ser alguna de esas desventajas. Al igual que ocurre con las webs o con los smartphones, es importante mantener los dispositivos inteligentes de casa actualizados para evitar ponérselo fácil a los delincuentes de la red.
Muchos usuarios se preguntarán cómo es posible que un ciberdelincuente pueda acceder ilícitamente a un electrodoméstico y qué finalidad podría lograr con ello. Es muy probable que ese electrodoméstico deba estar asociado a un correo electrónico, al igual que lo está el sistema operativo de nuestra tablet o smartphone, y todos sabemos la cantidad de estafas que recibimos diariamente a través de este medio.
Algunos de los electrodomésticos podrían estar incluso asociados a nuestra tarjeta de crédito, lo que constituye otro objeto de deseo para los ladrones de la red.
Y estos elementos van más allá también en las denominadas smartcities, donde muchos de los elementos de la ciudad disponen de conexión a Internet.
Con todo, no se trata de impedir el avance de la tecnología y de prohibir las mejoras que proponen en las vidas de los ciudadanos, sino de ser conscientes de la necesidad de seguridad en todas estas utilidades y aplicaciones.