La quinta generación de telefonía móvil está cada vez más cerca y pronto desembarcará en la Unión Europea. Algunos países de Asia y Estados Unidos serán los primeros en probar esta nueva tecnología.
Aunque todavía se desconoce las características pormenorizadas de esta conexión, se prevé que permite una velocidad 100 veces más rápida con velocidades de 20GB por minuto, lo que supone superar a las actuales redes fijas de fibra óptica.
La reducción de la latencia, el tiempo que tarda un dispositivo en ejecutar una orden desde que se le manda la señal, es la principal ventaja del 5G, que lo reducirá hasta un milisegundo. Cuanto más baja sea la latencia, más veloz será la respuesta del dispositivo.
Esta reducción de la latencia mejorará, además, el rendimiento de otros dispositivos relacionados con el Internet de las cosas.
Aunque se espera que este 5G comience a comercializarse en 2020 se desconoce cuándo entrará en funcionamiento ya que está pendiente que los miembros de la UE fijen un plan común al que los operadores telefónicos se puedan acoger.
Reino Unido, Alemania y Suecia son los países europeos con un plan interno de adaptación más avanzado. Fuera de la UE, los más preparados son Japón o Corea del Sur. De hecho, Seúl espera poder lanzar la oferta comercial en 2018.