La evolución e inserción de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos de la sociedad ha dado lugar a lo que en los últimos tiempos se ha llamado transformación digital, una digitalización de todos los sectores profesionales, logrando una mayor eficiencia, agilidad y multicanalidad en los ámbitos de actuación.
Sin embargo, los expertos apuntan a que “esto no implica que las empresas deban digitalizarse sin ningún criterio, sino que deben encontrar aquellos ámbitos tecnológicos que más se adapten a sus necesidades, para integrarse en ellos y comenzar a sacar provecho” de la llamada transformación digital.
En el ámbito de la aplicación a las empresas, las pymes y autónomos están adoptando las TIC desde un punto estratégico, conscientes de su importancia a nivel interno y en la relación con los clientes o proveedores.
Sin embargo, continúan encontrando problemas en otros aspectos como la formación y adaptación digital de la plantilla o las plataformas empleadas, entre otras. En este punto se hace necesaria una formación en competencias digitales para los empleados con el objetivo de que esta adaptación tecnológica suponga una agilización de los procesos y no un entorpecimiento de las labores diarios.
Está claro que la transformación digital está llegando a empresas de todos los sectores, quedando patente la necesidad de implementación de estas mejoras a corto y medio plazo.
Además, se hace necesario que esta implementación y salto a las posibilidades de las nuevas tecnologías se haga de forma coordinada entre empresa y empleados, logrando así un verdadero salto digital a la transformación.